Mariano

Son sesiones muy diferentes a las que he ido anteriormente. El modelo de terapia con Alberto te hace conectar contigo mismo, cosa que yo necesitaba. Tiende a hacer ejercicios que en un principio te pueden parecer locos o que no tienen nada que ver con el tema que quieres tratar, pero poco a poco te vas dando cuenta de que si tiene que ver y ahí es cuando cae el 20. Es muy bueno leyendo a las personas e interpretándolas, de manera que se da cuenta de cosas que uno mismo no (como tú postura, tono de voz, volumen, etc.), y te lleva de la mano para que las integres y relaciones con lo que dices o piensas, porque al final el cuerpo habla, solo que muchas veces tendemos a no escucharlo, y esto lo he aprendido con el.

Fernanda

Mi camino hacia la luz 

Durante mucho tiempo, viví atrapada en la oscuridad. Un vacío inmenso me absorbía, y en mi desesperación, intenté acabar con mi vida en ocho ocasiones, me aleje de mi familia, bebía y consumía para de alguna manera anestesiarme. Me sentía sola, sin esperanza, creyendo que nada podría cambiar. En ese camino no solo me hice daño, dañé a mi familia, dañé a mis hijos, robé, mentí, hice promesas que sabía que no iba a cumplir. 

Fue en ese punto donde decidí buscar ayuda profesional, aunque al principio dudaba que alguien pudiera entender realmente lo que estaba pasando. Sin embargo, mi terapeuta no solo me escuchó, sino que me guió con paciencia y sin juicios. En cada sesión, fui descubriendo herramientas para comprender mis emociones, enfrentar mis pensamientos destructivos, perdonarme, perdonar a las personas que me habían hecho daño y reconstruir mi vida poco a poco. 

No ha sido un proceso fácil ni inmediato, pero con el apoyo adecuado y mi propio esfuerzo, logré salir del abismo en el que me encontraba. En un año, experimenté una transformación que jamás imaginé posible. Aprendí a valorar mi existencia, a encontrar propósito y, sobre todo, a darme la oportunidad de vivir con esperanza. 

Hoy puedo decir que sigo en este camino de crecimiento, pero ya no estoy sola ni perdida. Si alguien que lee esto está pasando por una situación similar, quiero decirte que la ayuda existe y que tu vida tiene un valor inmenso. Buscar apoyo no es signo de debilidad, sino de valentía. Y aunque ahora no lo parezca, hay luz más allá de la oscuridad. 

Renata

Para mí ha sido un proceso muy distinto o sea como que me dan menos teoría que en otros lugares donde he estado y sí me permiten conocerme además de que me siento escuchada y entendida me da la sensación de que sí les importa que salga adelante y no solo quieren cobrarme como ya me ha pasado. 

Para mí es muy valioso sentirme valiosa ya que es una de las heridas de mi infancia y son cosas que todavía duelen y me cuesta trabajo sanar o hablar de ellas pero su trato es muy humano y me ha permitido poderme abrir de una mejor manera.